18 de abril de 2008

Educación emocional e intelectual

Para pensar debe haber una necesidad y son las emociones las que nos permiten sentir esta necesidad.

Digamos que nadie piensa porque sí (me refiero a un pensamiento elevado y elaborado).

Por ejemplo: Si existen sillas para sentarse cómodo, mesas para trabajar, casas para vivir y coches para viajar no es porque alguien lo haya pensado sino porque alguien lo ha necesitado...

El motor de la historia es la necesidad. La necesidad es un sentimiento o emoción. La rebelión necesaria para satisfacer una necesidad solo es posible con el pensamiento.

En definitiva: Primero viene la sensación o emoción, a continuación el pensamiento.
Si no emseñamos a los jóvenes a superarse, a lograr metas, a emocionarse, a sentir pasión, felicidad, etc. de nada servirá enseñarles a pensar.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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